martes, 19 de enero de 2010

COOPERATIVAS ESCOLARES

Por : Carolina Jara Minuche
Aqui dejamos un articulo sobre este importante tema que debe implementarse en el estudiantado como una herramienta de responsabilidad e integración social con el componente basico que es la compresión de la solidaridad y la participación en futuras tomas de desiciones, generando una autentica Republica de niños que con el tiempo entregara una verdadera Republica de Hombres.
Según indica “UNESCO”, las cooperativas escolares son “sociedades de alumnos administradas por ellos con el concurso de los maestros con vistas a actividades comunes. Inspirados en un ideal de progreso humano basado en la educación moral de la sociedad de los pequeños cooperadores por medio de la sociedad y el trabajo de sus miembros”.

Abundan los ejemplos que indican que el camino más efectivo para iniciar al ser humano por los senderos del cooperativismo, es a través de las cooperativas escolares. La creación de cooperativas dentro de los establecimientos educacionales, de nivel primario, posibilitan que los niños comiencen a tomar conciencia de la importancia del trabajo en común, de la solidaridad, del esfuerzo propio y la ayuda mutua, preceptos que constituyen los pilares fundamentales de la acción cooperativa.

La actividad cooperativa en la escuela hará posible también el desarrollo en los niños de los sentimientos cívicos, morales e intelectuales. La cooperativa en la escuela impulsa, entre otras de las tantas ventajas, el ejercicio pleno del diálogo, haciéndolo creativo y modelando paralelamente al educando para una integración social fructífera.

Mediante el ejercicio de la cooperación en la escuela, el niño tendrá acceso a una formación democrática que le asegurará al propio tiempo una conducta altamente moral y ética. Es decir, lo habilitará para el manejo honesto de la libertad, le confiere la oportunidad de consolidar su personalidad y de promover el sentido de la responsabilidad, basado en una práctica permanente de la solidaridad.

Desde un enfoque práctico, la decisión de adoptar una de las diversas formas o tipos de cooperativas escolares, coadyuvará a fomentar su creatividad, la que en algún momento de su vida podrá volcar hacia una orientación tanto vocacional como laboral. En la cooperativa escolar el niño encontrará la auténtica realidad del trabajo, no como castigo o imposición, sino como una necesidad irrenunciable del hombre a partir de cierta etapa de su vida.

Los niños que integren una cooperativa escolar habrán de registrar impactantes transformaciones en sus respectivas personalidades. Eso habrá de ser advertido inmediatamente por sus progenitores, quienes notarán que el niño adquiere un mayor desarrollo del sentido común, que tiene un espectro más amplio de los alcances de la solidaridad, que asume actitudes responsables ante determinadas situaciones y que efectúa consultas ante dudas planteadas frente a hechos concretos.

La práctica del cooperativismo escolar a través del trabajo en equipos, beneficiará indudablemente tanto a la escuela como a la familia, porque los contenidos programáticos o curriculares, como los contenidos pedagógicos y didácticos, serán de gran interés para la comunidad porque ello asegurará que se ajusten a las realidades que viven y compartan comportamientos de cambio y adaptabilidad, exigencias básicas para la consolidación de todo grupo social.

En función de sus modernos enfoques sociales, la cooperación en la escuela posibilitará un más amplio desarrollo integral del niño. Un destacado cooperador francés, expresó con respecto a estas entidades: "Las cooperativas escolares deben ser verdaderas Repúblicas de Niños empeñadas en entregar lo mejor de si a la República de los Hombres".

En cuanto los niños comiencen a practicar la cooperación entre ellos, éste sistema no solamente será mejor entendido, sino también mejor aplicado. La actividad cooperativa en la escuela, en su doble forma teórico-práctica, constituye un novedoso método educativo y por lo tanto responderá integralmente a los más dinámicos principios de la pedagogía social que deben ser manejados muy bien por el docente.

Siempre se ha señalado el hecho de que la cooperativa escolar no puede ser el resultado de una imposición, a efectos de cumplimentar órdenes provenientes de la superioridad educativa. Si ello fuera asi, se estaría concretamente "jugando a la cooperativa" y ese no es el objetivo que se persigue. La creación de una cooperativa escolar debe surgir de la espontaneidad creativa del educando o como consecuencia del sutil trabajo realizado por el docente, con lo cual habrá demostrado su inteligente habilidad didáctica.

Lo cierto es que, dejando de lado todos los conceptos teóricos relacionados con este tema, existen numerosos ejemplos que dan cuenta del éxito con que han logrado funcionar las cooperativas escolares en muchísimos establecimientos educacionales. No todos han sido laureles, naturalmente. Hubo fracasos, si, como los hay en todas las áreas del cooperativismo y de otras actividades empresariales. Pero el saldo de las cooperativas escolares exitosas es un motivo de orgullo para el movimiento solidario
Fuente : http://cooperar.galeon.com/escolar.htm

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